CRÓNICA CONCIERTO La M.O.D.A. en la sala París 15: los héroes del sábado conquistaron Málaga.


Redactora Laura Sánchez; Fotografías Óscar Lugo

 

Hay sábados en los que uno se convierte en héroe simplemente por estar presente. Y la noche del sábado 13 de diciembre fue uno de ellos. Esa noche, pasaron por la sala París 15 de Málaga los héroes del sábado, los que pueden parar el mundo sólo con mirar: la M.O.D.A, la Maravillosa Orquesta del Alcohol.

 

Un concierto muy especial, y no solo por ser la primera vez que pisaban la sala o por hacer casi Sold Out; en la previa, con el público todavía acomodándose, por los altavoces comenzó a sonar “Si te vas". Un momento homenaje al cantante, guitarrista, compositor y poeta extremeño Robe, recientemente fallecido, que se convirtió en un coro espontáneo con toda la sala cantando al unísono.

 

Y entonces, salieron ellos. Los siete integrantes del grupo burgalés comenzaron a sonar a ritmo de "San Felices". Y Málaga se vino arriba.

 

La M.O.D.A. arrancó el concierto con esa mezcla tan suya de energía desbordante y cercanía absoluta. Con ese estilo familiar que a muchos nos recuerda a Celtas Cortos, a fiestas de pueblo, a fiesta y celebración. 

 

El concierto fue la ocasión para presentar temas de su nuevo disco, y lo hicieron fieles a su esencia, con ese humor irónico y cercano que siempre les acompaña. Las nuevas canciones encajaron con naturalidad entre los clásicos, demostrando que el discurso de la banda sigue creciendo sin romperse, sumando capítulos a su historia musical.

 

“Subiendo como el Chava Jiménez” fue uno de los momentos más coreados de la noche, que sonó grande desde el primer segundoBastaron los primeros compases para intuirlo: tiene pinta de himno, de esas canciones que nacen para ser cantadas en grupo, para retumbar una y otra vez en sus conciertos. 

 

No podía faltar en el concierto la esencia burgalesa y castellana, una de las claves del éxito de La M.O.D.A.: la jota “La Molinera”, la que fuera una de las canciones con las que presentaron “Nuevo cancionero burgalés” allá por 2021.

 

Otro de los momentos especiales de la noche llegó cuando la banda rindió un segundo homenaje a Robe, esta vez conectando directamente con su discografía. Hablaron de Robe y Jorge, de cómo han inspirado a tantas bandas, a tantas canciones, a tantas vidas. Y entonces anunciaron que iban a tocar “Hay un fuego”, una de las primeras canciones que compusieron, con Robe como referencia. La sala escuchó y cantó con respeto, con emoción contenida.

 

Durante el concierto el escenario fue pura fotografía en movimiento: el acordeón respirando, los vientos empujando hacia delante, la percusión marcando el ritmo como un latido constante. 

 

La traca final de casi hora y media de concierto llegó con “1932”, “Héroes del sábado” y “Mañana voy a Burgos”.

 

El público se sumó a esta celebración colectiva, dejando claro que "Si bailas, bailo" y haciendo que este sábado pase a la memoria colectiva. En el concierto pasó lo que tenía que pasar. Lloramos cuando había que llorar. Todo lo demás no importó. Jamás pensamos en ser nada más que jóvenes.


 
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