Tour Gigante: y de repente Almería huele demasiado (y muy bien) a ti.
Crónica Laura Sánchez; Fotografías Laura Sánchez y Óscar Lugo
El sábado 30 de agosto, Leiva y su banda se colaron por nuestro ángulo muerto y, de repente, Almería empezó a oler demasiado (y muy bien) a Leivaband. La ciudad sintió la llamada con toda la fuerza y cantó, saltó y bailó como si ya no nos jugásemos nada, como si fuésemos a morir mañana.
Antes de que la mítica cuenta atrás de los conciertos de Leiva apareciese en pantalla, el Recinto Ferial de Almería vibró con la energía de Sarria, banda malagueña que Leiva ha apadrinado y que está acompañando varias fechas del Tour Gigante.
Con un directo fresco, guitarrero y letras muy cuidadas, Nacho Sarria y su banda demostraron por qué están dando tanto que hablar. Su sonido bebe del rock clásico, pero con un toque muy actual que conecta y contagia. Temas que hablan de noches largas, carreteras infinitas y emociones en carne viva, interpretados con pasión y ganas; esa pasión que Leiva ha reconocido y le ha recordado a sus inicios con Pereza.
Sarria no solo calentó motores, encendió la chispa que mantuvimos viva hasta el último acorde de la noche.
Y entonces sí… Puntuales, y al ritmo de la cuenta atrás que marca el inicio de su salto al escenario, el Recinto Ferial de Almería se vino arriba cuando sonaron los primeros acordes de Bajo presión. Así arrancaron dos horas de un directo GIGANTE, sin respiro y con las emociones a flor de piel.
Sonaron los himnos de siempre, esos que ya son parte de nuestra memoria colectiva –“Sincericidio”, “Terriblemente cruel”, “La lluvia en los zapatos”– entrelazados con joyas del último disco como “Cortar por la línea de puntos”, “Gigante” o “El polvo de los días raros”.
El concierto tuvo de todo:
- Visuales muy cuidados que nos hicieron viajar por 25 años de carretera musical.
- Momentos íntimos, como en “Breaking Bad”, cuando la música y la iluminación con sombras convirtieron el recinto en un lugar cercano y muy envolvente.
- Explosiones colectivas, como en “Flecha”, cuando Leiva soltó: “Vamos a bailar un rato, Almería” y nadie se paró a pensar, solo quisimos dejarlo correr y bailar.
También hubo guiños que se quedan tatuados en nuestra memoria:
- Ese “buenas noches Almería” antes de declarar su amor por Las Negras, San José, Rodalquilar donde Leiva ha pasado parte de las vacaciones de su infancia.
- La confesión que compartió: “Antes de cada concierto siempre hacemos pruebas técnicas, a veces te cansas de las pruebas técnicas y vas haciendo cosas para divertirte, en la de hoy hemos querido incluir un tema que me hace tremendamente feliz y contagiaros de esa felicidad”. - que dio paso a uno de los momentazos de la noche: toda la banda tocando una versión en español del clásico de Chuck Berry “You Never Can Tell” al estilo de Santiago Auserón, desatando la locura en el público, que Leiva remató con un “Qué gusto da tocar esto en tiempos de reggaetón”.
- Ese momento “ay joder, se me ha olvidado la puta letra” durante Estrella polar.
- Cuando llegó “La llamada”, donde el humo y un mar de estrellas de fondo nos envolvieron, y todos entendimos el movimiento de sus alas.
Y, cuando parecía que no quedaba nada más que dar, llegó la traca final:
- “Lady Madrid”, coreada hasta la última sílaba junto a Nacho Sarria (momentazo).
- El bis con “Como si fueras a morir mañana” (y sí, Almería lo bailó y saltó como si fuese a morir mañana).
- Y el cierre apoteósico con “Princesas”, mientras Leiva presentaba uno a uno a esos hermanos de carretera que forman la Leivaband, con cariño, con historia y con emoción.
Tras este directo, solo podemos decir bien alto: Sarria y Leiva sois GIGANTES. Sois lo más rock & roll de por aquí. Os queremos como tantas cosas que no tienen solución.