Los Caños y el poder del recuerdo: un reencuentro dorado en Selvatic
Redactor Tomás Benito; Fotografías Óscar Lugo
Dos décadas después de haber puesto banda sonora a una generación de adolescentes, Los Caños regresaron al escenario del Málaga Forum para reencontrarse con su público de siempre… y con nuevos corazones que descubren sus letras por primera vez. Lo hicieron como parte de su gira “20 años pensando en ti”, y la cita en el Selvatic Málaga Fest fue mucho más que un concierto: fue un reencuentro colectivo con la inocencia, los primeros amores y una forma muy particular de entender el pop andaluz.
El concierto comenzó a las 22:15, en un recinto que vibraba con expectativas. Cuando los primeros acordes de “A veces"” se deslizaron por los altavoces, una ovación estremeció el Málaga Forum. A partir de ahí, lo que ocurrió fue un desfile de emociones: “Sin decirnos nada”, “Niña piensa en ti”, “El virus del amor”,… con "Agua de luna" subió al escenario una chica que portaba un cartel y que había llamado la atención a Kiko minutos antes. El cartel hacia referencia a una joven que estaba ingresada en el hospital, así que decidió hacerle una videollamada para dedicarle la canción y que tuviese una pronta recuperación.
Cada canción era una cápsula del tiempo que el público recibía con brazos abiertos y garganta encendida.
Había algo especialmente mágico en el ambiente: entre el público no solo estaban quienes crecieron con ellos a principios de los 2000, sino también jóvenes que coreaban cada verso como si lo hubieran vivido. Madres e hijas, grupos de amigas, parejas que tal vez se enamoraron con esas canciones. Una celebración intergeneracional donde la música fue el único idioma necesario.
Uno de los instantes más celebrados fue cuando Shara, hermana de Kiko, subió al escenario para interpretar junto a él temas como “Puede ser” y “Y yo quería”. El dúo, cálido y espontáneo, devolvió al público ese sonido que muchos recuerdan como el eco de su adolescencia. Fue uno de esos momentos donde todo se detiene: luces suaves, voces entrelazadas, y cientos de móviles en el aire.
Sin grandes artificios escénicos, el show apostó por la cercanía. Con arreglos pulidos, voces cuidadas y un sonido más maduro, Los Caños mostraron que su evolución no contradice su esencia. No intentaron “modernizarse”, sino celebrar lo que fueron y lo que aún significan para tanta gente.
El final llegó con un clímax esperado: “Niña piensa en ti” desató la última gran ovación de la noche, seguida de "Te extraño" donde Javi subió para sorpresa de todos a su hijo y a su hija al escenario.
La emoción flotaba en el aire. Y los aplausos no cesaron hasta que las luces se encendieron.