Al Di Meola deslumbra en Málaga

Anoche, el Teatro Cervantes vibró con la maestría de Al Di Meola, que ofreció un recital lleno de virtuosismo y emoción dentro del 39 Festival Internacional de Jazz de Málaga.

Desde los primeros compases, Di Meola impregnó el escenario con ese rasgueo ágil, casi escultural, de sus guitarras —acústica y eléctrica— articulando melodías que recorrían sendas de jazz latino, flamenco y world-music: una herencia bien conocida en su trayectoria. El público, atento y reverente, entregó su energía a cada punteo y a cada silencio sostenido.

La puesta en escena fue sobria pero eficaz: sin grandes decorados, sin artificios, la guitarra como protagonista. Di Meola alternó piezas más reconocibles, de adaptación libre, con momentos de exploración sonora donde los silencios y los arpegios limpios generaban una atmósfera de tensión contenida. En ese entorno, la sala del teatro  se convirtió en una cámara de resonancias íntimas, donde el virtuoso talento se hacía presente sin estridencias.

El momento más especial llegó al final, cuando Antonio Rey subió al escenario para tocar junto al maestro estadounidense. Rey se incorporó con su guitarra, aportando matices claros de flamenco-virtuosismo, lamido de cuerdas, ornamentación flamenca que se mezcló con el fraseo jazzístico del maestro estadounidense. Esa conversación musical, cara a cara, fue el colofón perfecto: dos generaciones de guitarras dialogando, respetándose y compartiendo escenario. La ovación final fue unánime y prolongada.

Fue una noche en la que el jazz y la guitarra se dieron la mano bajo los focos del Cervantes, en el marco de un festival que reafirma su relevancia internacional.